La estrategia de la Unión Europea para prohibir los coches nuevos con motores de combustión interna sigue avanzando. La presidencia sueca de la Comunidad Europea se ha preparado para votar una nueva propuesta que establecerá la obligación de instalar cargadores eléctricos en las principales carreteras, así como un método de pago estandarizado para facilitar a los propietarios de coches eléctricos el proceso de recarga.

La Unión Europea ha logrado firmar un acuerdo con Alemania para el uso de combustibles sintéticos en modelos especiales. Sin embargo, esto que no afecta a su estrategia de transición hacia los coches eléctricos.

Con el conflicto resuelto, ahora es responsabilidad de los países miembros desarrollar la infraestructura de recarga necesaria. El Consejo de la Unión Europea ha acelerado el proceso y ha preparado un proyecto de ley que obligará a los países a instalar cargadores eléctricos cada 60 kilómetros en las principales carreteras de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) para el año 2030. Esto permitirá facilitar el tráfico de vehículos particulares y de mercancías en toda la Unión Europea.

La instalación de puntos de carga se desplegará a partir de 2025

A partir de 2025, se llevará a cabo la instalación de puntos de carga para coches eléctricos y vehículos de hidrógeno (FCEV) en Europa. Esta propuesta incluye la creación de infraestructuras de carga de corriente y de hidrógeno gaseoso de carácter público en las principales carreteras de la red, entre 2025 y 2030, incluyendo autopistas de conexión y carreteras nacionales, adaptándose a los avances tecnológicos.

Es importante destacar que España cuenta con dos corredores en esta red europea de carreteras. La primera, el Corredor del Mediterráneo, que se extiende desde Algeciras hasta Miskolc, pasando por Lyon y Venecia. La segunda, el Corredor Atlántico, que va desde Lisboa hasta Estrasburgo, pasando por Vitoria. El objetivo de esta nueva norma europea es asegurar que los propietarios de coches eléctricos tengan acceso a una red de recarga con un mayor número de instalaciones públicas.

 

 

El acuerdo para la red de carga en Europa, pendiente de votación

La votación del acuerdo para la red de carga en Europa está pendiente en la UE. Se busca garantizar la transparencia para los consumidores, lo que implica que los proveedores deberán ofrecer diferentes opciones de pago. Es decir, incluyendo tarjetas de crédito o débito, una demanda que se venía planteando desde hace tiempo. Además, estas estaciones de servicio también estarán obligadas a mostrar los precios de carga en kW o kilogramo de hidrógeno.

El nuevo reglamento de infraestructura de combustible alternativo, conocido como “AFIR“, será votado en el próximo Consejo Europeo los días 16 y 17 de mayo en Reikiavik.