El 10 de julio celebramos el Día Mundial del Conductor, un día para reivindicar la importancia de la seguridad vial y para ser plenamente conscientes de la necesidad de reducir el impacto medioambiental cuando cogemos el coche, la moto o la furgoneta: ¡una conducción sostenible es posible!
Conducir de forma sostenible conlleva gastar menos combustible en nuestros desplazamientos, al tiempo que evitamos una mayor emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Es, por tanto, una decisión relevante en la actualidad, ya que, el impacto de los vehículos de combustión en nuestro planeta es una de las causas más acuciantes de la contaminación y el calentamiento global.
Conduciendo de manera sostenible (eco-driving), no solo estarás contribuyendo al buen funcionamiento de los ecosistemas, sino que estarás ahorrando de forma considerable: una cuestión a tener en cuenta si nos fijamos en el elevado precio de la gasolina y los combustibles fósiles.
Además, notarás como, al practicar una conducción sostenible, hay un incremento de la seguridad vial, ya que respetas más al resto de conductores y dispones de un mayor tiempo de reacción ante cualquier imprevisto al mantener una velocidad constante, alejándote de los vehículos que no circulan a la misma velocidad que tú. Algo que no sucede cuando no tienes en cuenta la velocidad a la que te desplazas.
5 consejos para una conducción sostenible:
1. Evita los frenazos y los acelerones. Trata de mantener una velocidad constante.
Estos momentos son clave para el consumo de combustible. Tanto acelerar bruscamente como frenar de manera forzada, aumentan el consumo. Por eso, lo mejor es acelerar de forma progresiva y, cuando frenes, ir reduciendo las marchas hasta que el coche se detenga por completo.
Al igual que sucede en los atascos o aglomeraciones, donde lo mejor es circular con la marcha más alta posible, para así evitar estos frenazos y acelerones innecesarios.
2. Levantar el pie del acelerador al bajar pendientes y no frenar en las curvas
Otros dos consejos para ti, conductor, son: aprovechar la inercia del vehículo cuando desciendes una pendiente y, por otro lado, anticiparse a las curvas de modo que el vehículo consiga perder algo de velocidad (sin necesidad de frenar).
Sin embargo, nunca hay que bajar una pendiente en punto muerto, ya que esta “técnica” no consigue ahorrar combustible, sino gastar más. Y es peligrosa.
3. Tener un correcto mantenimiento de los neumáticos (y de todo el coche en general)
Si la presión de los neumáticos es inferior a la indicada por el fabricante, probablemente los neumáticos estén en muy mal estado y sea conveniente cambiarlos. De hecho, el consumo de combustible se incrementa un 3%, al igual que aumenta el riesgo de que pueda sufrir un pinchazo, en el momento en que la presión es menor.
Los elementos que aumentan el consumo de combustible y, por tanto, las emisiones de gases contaminantes, son los siguientes:
- Diagnosis del motor: detecta averías ocultas que producen aumentos en el consumo y emisiones contaminantes.
- Control de niveles y filtros
- Control de la presión de los neumáticos.
- Una mala distribución de la carga, lo que ofrece mayor resistencia al aire y mayor inestabilidad, debido a la disminución de la adherencia del eje delantero.
Aquí puedes encontrar las explicaciones de la DGT.
4. Evita el uso de aire acondicionado o climatizador
El aire acondicionado se ha convertido en uno de los elementos con mayor incidencia en el consumo de combustible. Gasta mucho. Y esto hace que nuestro consumo se dispare, sin que podamos remediarlo. Para ello, lo conveniente es aclimatar el coche al principio del viaje y mantener una misma temperatura en el habitáculo durante todo el trayecto.
5. Alquila o adquiere un vehículo sostenible:
Y, por supuesto, la mejor opción para practicar una movilidad 100% sostenible, es adquirir un coche 100% eléctrico, que sea fácil de cargar en cualquier enchufe (como es el caso de los vehículos Invicta Electric) y te garantice la no emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Un paso más hacia un mundo más amable, más sostenible, más económico y eficiente.