En este “Día mundial del aire limpio: por un cielo azul”, en Invicta Electric queremos repasar los 5 hábitos que debes llevar a cabo en tu día a día para contaminar lo menos posible y ayudar a preservar la naturaleza.
Es labor de todos, organismos y personas, la preservación de la naturaleza y sus especies, incluido el ser humano. Somos nosotros, con nuestros actos, quienes tenemos un impacto directo en el estado de la atmósfera. De nosotros depende que el aire que respiramos (y respiran las especies que viven bajo el manto de nuestro planeta), sea lo más limpio posible. Por eso, este Día mundial del Aire Limpio, por un cielo azul, queremos destacar la labor que hacen organismos como la OTPC (Oficina Técnica de Protección de la Calidad del Cielo), así como subrayar 5 diferentes hábitos que podemos trasladar a nuestro día a día con el firme objetivo de conseguir un cielo cada día más azul.
¡Empezamos!
¿Qué es la OTPC?
La Oficina Técnica de Protección de la Calidad del Cielo (OTPC), vela para que el cielo azul sea una realidad en nuestro país. En concreto, es un organismo que protege a los Observatorios Astronómicos, lugares desde los que se estudia el universo, situados en lugares privilegiados, que nos aportan datos importantes sobre nuestra situación en el espacio y los posibles cambios que puedan tener lugar en él.
La OTPC ha presionado a los gobiernos desde sus inicios para conseguir una Ley del Cielo Azul que tenga en cuenta a los Observatorios, haciendo hincapié en cuatro aspectos:
- Contaminación lumínica
- Contaminación radioeléctrica
- Contaminación atmosférica
5 claves para ayudar a la OTPC en su cometido: “Por un cielo azul”
¿Qué podemos hacer nosotros para velar, al igual que la OTPC por un cielo azul y contribuir a la mejora de nuestro planeta? ¡Muy fácil! Llevar a cabo una serie de hábitos diarios con el objetivo de contaminar lo menos posible el cielo y que siga siendo ese lugar azul desde el que avistar otros planetas, numerosas estrellas, etc. Además, que el cielo mantenga intacto su color (sin contaminación) mejora también nuestra salud y la del resto de especies.
¡Empezamos!
1. Cuida las zonas verdes de la ciudad
Las zonas verdes en las ciudades son consideradas el pulmón de oxígeno de los núcleos urbanos. Se trata de aquellos lugares en los que puedes relajarte y estar en contacto con la naturaleza, incluso si te encuentras en una gran urbe rodeada de edificios. Aquí encontrarás calma y, si el resto de personas han sido respetuosas con ellas, también limpieza, paz, tranquilidad y aire limpio, sin contaminación lumínica ni atmosférica. Por eso, siempre que visites una de estas zonas, limpia adecuadamente tu espacio una vez que termines y procura no alterar la naturaleza que te rodea: no pises las plantas ni utilices espráis contaminantes cerca de ellas, recoge tus residuos si los has generado, utiliza las zonas habilitadas para los viandantes, etc.
2. Recicla tus residuos
Reciclar es una de las prácticas que más se demandan por parte de las organizaciones, conocedoras del gran impacto que tiene esta actividad. De hecho, según los datos expuestos en la Cumbre Mundial de Reciclaje, que tuvo lugar en Barcelona en 2018, cada año se evitan 700 toneladas de C02 gracias al reciclaje, lo que equivale a 100 kilos de C02 anuales por persona. Teniendo en cuenta que el dióxido de carbono es el culpable de la contaminación del aire y, por tanto, del cielo azul, es una cifra importante para paliar sus efectos.
Además, volver a utilizar los materiales que ya hemos utilizado previamente, nos ayuda a ahorrar energía, evitando: trabajos de extracción, transporte y elaboración de materias primas. Trabajos que suponen mayor contaminación.
3. Utiliza un vehículo 100% eléctrico
Deja atrás las “medias tintas”. Lo mejor para el medio ambiente (y también para ti y tu bolsillo) es la opción eléctrica. Los coches eléctricos cuentan con la ventaja de tener una batería recargable en vez de un motor de combustión, que genera muchos más problemas. Además, son vehículos automáticos, mucho más fáciles de conducir. Y su mantenimiento es mucho más sencillo.
Son vehículos que no contaminan absolutamente nada y cuyo uso están fomentando en la mayoría de las ciudades, tanto con las ayudas que se están repartiendo para su compra, como con la implantación de las zonas de bajas emisiones, que solo permiten la circulación libre de estos vehículos en la ciudad.
Descubre, además, todo lo que ahorras al comprar un vehículo eléctrico teniendo en cuenta el precio actual de la gasolina.
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4. Intenta comer menos carne
Si cada uno de nosotros tratase de reducir su consumo de carne, la industria de la carne tendría que frenar considerablemente su actividad. Una actividad, la ganadera, responsable del 14,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Son tantas como las emitidas por coches, trenes, barcos y aviones juntos.
Sustituir la carne por otro tipo de alimentos (a ser posible vegetales), mejorará la calidad de aire del planeta, permitiéndole tener ese cielo azul que todos soñamos y paliará los efectos de la contaminación en gran medida.
5. Utilizar bombillas de bajo consumo y no derrochar agua
También en nuestros hogares es crucial que cumplamos con ciertos requisitos para contaminar la atmósfera lo menos posible. Las bombillas de bajo consumo nos ayudan a ahorrar energía y reutilizar el agua consigue que los problemas que se están generando en diferentes partes del mundo (derivados de la escasez de agua), se palien en gran medida.
Este Día mundial del aire limpio: por un cielo azul, recuerda que el cielo, su finitud y su limpieza es un derecho fundamental. Un elemento que nos conecta con nosotros mismos y nos ayuda a seguir viviendo, respirando de su aire. ¡No lo contaminemos!