Los vehículos eléctricos son una opción cada vez más popular para aquellos que buscan una forma más ecológica y eficiente de moverse. Una de las características clave de los vehículos eléctricos es la capacidad de carga rápida, que permite a los conductores cargar sus vehículos en un tiempo mucho más corto. Pero, ¿Cómo funciona realmente la carga rápida en los vehículos eléctricos? ¡Vamos a descubrirlo!
En esencia, la carga rápida en los vehículos eléctricos se basa en el uso de corriente continua (DC) en lugar de corriente alterna (AC) para cargar la batería del vehículo. La corriente continua es más eficiente para cargar la batería y permite velocidades de carga mucho más rápidas. Veamos los elementos clave que intervienen en el proceso de carga rápida en vehículos eléctricos. Y es que, por ejemplo, nuestra Logistar 200 cuenta con la posibilidad de carga rápida hasta el 80% en tan solo 45 minutos.
Infraestructura de carga rápida
La carga rápida requiere estaciones de carga especiales que están diseñadas para suministrar corriente continua a los vehículos eléctricos. Estas estaciones de carga rápida suelen estar ubicadas en lugares estratégicos, como estaciones de servicio, centros comerciales, y áreas urbanas.
Sistema de carga a bordo del vehículo
Los vehículos eléctricos están equipados con un sistema de carga a bordo que se encarga de recibir la corriente continua de la estación de carga rápida y convertirla en una corriente que pueda ser almacenada en la batería del vehículo. Este sistema de carga a bordo está diseñado para funcionar de manera segura y eficiente, y suele estar integrado en la electrónica de potencia del vehículo.
Gestión térmica de la batería
La carga rápida puede generar una gran cantidad de calor en la batería del vehículo eléctrico, lo que puede afectar negativamente a su vida útil y rendimiento. Por esta razón, están equipados con sistemas de gestión térmica que controlan la temperatura de la batería durante la carga rápida. Para así asegurarse de que se mantenga dentro de rangos seguros y óptimos.
Protocolos de carga rápida
Los vehículos eléctricos y las estaciones de carga rápida utilizan protocolos de carga rápida estandarizados para comunicarse y asegurar que la carga se realice de manera eficiente y segura. Algunos de los protocolos de carga rápida más comunes son CHAdeMO, CCS (Sistema de Carga Combinada) y Tesla Supercharger, entre otros.
Potencia de carga
La potencia de carga es uno de los factores clave en la carga rápida de vehículos eléctricos. Cuanto mayor sea la potencia de carga de la estación de carga rápida y el vehículo eléctrico, más rápido se podrá cargar la batería. Sin embargo, la potencia de carga está limitada por la capacidad de la batería del vehículo eléctrico y las especificaciones del sistema de carga a bordo del vehículo.
En los últimos años, ha habido avances significativos en la tecnología de carga rápida para vehículos eléctricos. Las estaciones de carga rápida están aumentando en número y potencia, lo que permite a los conductores cargar sus vehículos en tiempos cada vez más cortos. Por ejemplo, algunas estaciones de carga rápida de última generación pueden proporcionar hasta 350 kW de potencia de carga, lo que permite cargar una batería de vehículo eléctrico en solo 15-30 minutos, dependiendo de la capacidad de la batería y la velocidad de carga admisible del vehículo.