Los coches eléctricos son una opción cada vez más popular debido a su contribución al medio ambiente y a la creciente infraestructura de carga. Sin embargo, para aquellos que se embarcan en esta experiencia de movilidad sostenible, es importante conocer cómo se carga, los diferentes tipos de enchufes para coches eléctricos disponibles y algunos consejos para un uso óptimo.

Tipos de enchufes y puntos de carga

Para recargar un coche eléctrico, es necesario utilizar un punto de carga, que puede ubicarse en la vivienda o en enchufes públicos. Existen distintas alternativas de puntos de carga en el hogar:

  1. Toma doméstica: Es un enchufe tradicional que no requiere instalación. Sin embargo, la potencia de carga es limitada (2,3 kW), lo que implica una recarga muy lenta. Se debe utilizar el cable suministrado por la marca del vehículo y conectar directamente al enchufe, sin alargadores ni regletas.
  2. Toma reforzada: Similar a la toma doméstica, pero con una capacidad de carga más rápida.
  3. Punto de recarga individual: Requiere una instalación con una pequeña obra y ofrece recargas más rápidas. Los puntos más habituales tienen potencias de 7,4 kW, 11 kW y hasta 22 kW (requiere red trifásica).

Tipos de conectores de cargadores de coches eléctricos

En Europa, los tipos de enchufes más utilizados por la industria automotriz son tres, adaptados a los cargadores más comunes:

  1. Schuko: Es el enchufe doméstico estándar, recomendado para recargas ocasionales debido a su baja potencia. Nuestros ciclomotores o motocicletas, por ejemplo, utilizan este enchufe.
  2. Mennekes (Tipo 2): Ampliamente usado por vehículos que no requieren cargas rápidas superiores a 43 kW, especialmente para modelos urbanos con baterías más pequeñas.
  3. CCS (Combo 2): Indicado para coches que soportan cargas en corriente continua por encima de 50 kW, permitiendo recargas mucho más rápidas. En este caso, nuestros vehículos de carga más rápida, la Logistar 260 o el Evum Acar.

Algunos puntos de recarga públicos pueden no contar con cable integrado, por lo que es recomendable llevarlo en el maletero.

Consejos para una carga óptima

Cargar un coche eléctrico es un proceso sencillo, pero algunos consejos ayudan a mantener la batería en buen estado y garantizar una carga eficiente:

  1. Enchufar en orden: Primero conectar el cable al punto de carga y luego al coche.
  2. Recargar hasta el 80%: Sobre todo en postes rápidos, ya que la carga final es más lenta y puede generar sobrecalentamiento en la batería.
  3. Preferir postes domésticos o de carga lenta: Para las recargas habituales, evitando sobrecargar la red eléctrica.
  4. Evitar descargas completas: Mantener la batería entre el 20% y el 80% habitualmente.
  5. Cargar regularmente: No dejar el coche sin cargar durante más de 15 días para evitar descargas profundas.
  6. Considerar las condiciones climáticas: Evitar aparcar en lugares con temperaturas extremas (muy altas o muy bajas) para proteger la batería.

Cargar un coche eléctrico es un proceso seguro y sencillo si se siguen estos consejos. Con la creciente infraestructura de puntos de carga y las ventajas que ofrecen los vehículos eléctricos, cada vez más personas están optando por esta alternativa ecológica y económica para sus desplazamientos. ¡Ahora que ya conoces los diversos enchufes de coches eléctricos ya no tienes excusa!