Blog de Movilidad Eléctrica

Ruta 2025: Movilidad eléctrica

Ruta 2025: Movilidad eléctrica

España progresa adecuadamente hacia una movilidad eléctrica y más sostenible. Análisis del sector de la movilidad eléctrica bajo la conducción de Chema Bermejo, Domingo Giner, Arturo Pérez de Lucía y Julián Alonso, Presidente de Invicta Electric. CLIC AQUÍ PARA VER EL VÍDEO >

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Motor 16: «Invicta Electric D2S. Nuevo eléctrico desde 9.995 euros»

Motor 16: «Invicta Electric D2S. Nuevo eléctrico desde 9.995 euros»

El 100% eléctrico español acaba de aterrizar en el mercado con un gran equipamiento, 49 CV y una gran autonomía Con una batería de 17 kWh, el 100% eléctrico ya está disponible por 15.495 euros financiándolo con la marca (17.495 euros al contado) y que con las ayudas del Plan Moves II se queda en 9.995 euros. Con unas reducidas dimensiones, con 2.811 mm de largo, 1.499 mm de ancho y 1.555 mm de alto, este biplaza está pensado para desplazarse por ciudad con un mínimo coste de uso: de 0,49 euros/100 km en energía. Si nos centramos en su interior, cuenta con tapicería símil piel con diferentes combinaciones de colores, sistema de infoentretenimiento con conexión WiFi y pantalla táctil a color de 9 pulgadas, cámara de visión trasera, instrumentación digital, arranque por botón, volante multifunción forrado en piel, aire acondicionado, ABS y sensores de aparcamiento… un gran nivel de equipamiento para un coche de su precio. Con 49 CV Su motor eléctrico cuenta con una potencia de 36 kW (49 CV) que le permite alcanzar una velocidad máxima de 105 km/h (limitada electrónicamente). Por su parte, la batería de iones de litio se ofrece con dos capacidades: de 17 kWh, con la que consigue una autonomía de 150 kilómetros; o de 27 kWh, con la que alcanza los 250 kilómetros. Su batería se puede cargar en cualquier toma doméstica hasta el 100% en unas 5 horas la de menor capacidad y en unas 8 horas la de 27 kWh, en ambos casos a 3,75 kW. Fuente: www.motor16.com/noticias

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La movilidad urbana centra los retos de la ciudad inteligente

La movilidad urbana centra los retos de la ciudad inteligente

El uso de la tecnología puede transformar sectores como el del reparto de mercancías para reducir la contaminación Tres de cada cuatro personas del continente viven en ciudades, pero en la rifa de los fondos europeos de recuperación son los estados y las regiones los que tienen el derecho a pujar. Los grandes ayuntamientos levantan la mano para reivindicar su papel y los sectores económicos que tienen su razón de ser en las acumulaciones urbanas buscan la manera de aprovechar una oportunidad que nadie quiere dejar escapar. “Está demostrado que cada euro invertido en innovación en una ciudad tiene más retorno que si se hace a nivel de región”, indica Daniel Serra, del EIT Urban Mobility, el laboratorio de innovación de más reciente creación de la Unión Europea, instalado en Barcelona desde hace dos años y cuya misión es “transformar las ciudades en lugares neutros en carbono actuando sobre la movilidad”. Tomando como punto de partida el objetivo de conseguir unos lugares más habitables y conectados, las aproximaciones posibles a los fondos europeos desde el sector de las ciudades inteligentes son muy diversas. “La smart city es un concepto poliédrico. Hablamos de movilidad, pero también de amabilidad, de participación ciudadana…”, define Esteve Almirall, director del centro de innovación en ciudades de Esade, para quien “hay cosas mucho más interesantes que incorporar sensores en todos lados”. Los sensores fueron los protagonistas del sector cuando emergió hace una década. En la primera edición del salón Smart City Expo World Congress de Fira de Barcelona, en el 2010, los expositores mostraban con orgullo los aparatos que pretendían instalar por toda la ciudad. Con el paso del tiempo, la industria de los sensores dejó paso a las soluciones. Ahí está ahora la cuestión, en la aplicación. Los datos (el petróleo del siglo XXI) y lo que se hace con ellos es la verdadera clave de las ciudades inteligentes. El qué se impone al cómo. Del sensor a los datos Los proyectos que marcan la pauta en el sector de las ‘smart cities’ son aquellos que aportan soluciones concretas a retos comunes a partir de la explotación de los datos Dentro de ese halo de indefinición mucho más hetéreo que las anteriores temáticas tratadas en esta serie de reportajes de La Vanguardia , el sector de las smart cities puede enmarcar gran parte de sus propuestas en los grandes cajones de sastre de la transición ecológica y la digitalización, dos de los principales ámbitos que estructuran los fondos del plan europeo de recuperación. “La mejora de Rodalies, por ejemplo, es una cuestión crucial desde el punto de vista de las ciudades inteligentes porque permitiría solucionar el complicado problema de la movilidad en la región metropolitana y eso ayudaría a avanzar hacia el objetivo de una ciudad climáticamente neutra”, ejemplifica Pilar Conesa, directora general de la consultoría de ciudades inteligentes de Anteverti, dejando claro que cuando se habla de este tema se va mucho más allá de las fronteras administrativas de la capital. Se hace imprescindible tener visión metropolitana para afrontar los retos del presente. La movilidad urbana es una de las cuestiones centrales que optan a financiación europea. La construcción de nuevas infraestructuras es la vía fácil y más visible, pero hay otras aproximaciones que le pueden dar la vuelta a las ciudades sin necesidad de poner en marcha una tuneladora. “Necesitamos pensar menos en infraestructuras y más en servicios”, resume Daniel Serra. El ejemplo más claro es la logística urbana. Las calles se están viendo desbordadas por las furgonetas que van llevando paquetes hasta la puerta de las casas de los compradores. Representan el 20% de la circulación en Barcelona y un porcentaje aún mayor de la contaminación derivada del tráfico. La ejecución de proyectos de reparto de la llamada última milla mediante nuevos nodos de distribución y vehículos ecológicos es una de las opciones con mayor capacidad de transformación de las urbes. Es un aspecto en el que lleva trabajando el Ayuntamiento de Barcelona desde hace años pero sin acabar de darle el empujón necesario para hacerlo realidad pese a tener todos los estudios. La presencia del EIT Urban Mobility en Barcelona puede ayudar de manera importante al cambio planteado por Bruselas. Desde el laboratorio europeo de movilidad urbana acompañan a empresas emergentes que aportan soluciones en el campo de la movilidad y, a la vez, trabajan con las grandes compañías en materia de innovación, así como con las administraciones competentes. Tanto con las grandes empresas como con las emergentes, la clave pasa por la capacidad de tener datos e interpretarlos de forma adecuada. Serra considera que la combinación del big data y la inteligencia artificial puede dar grandes resultados en cuestiones de calado urbano. Un concepto válido en cualquier apartado Las mejoras en las ciudades pueden incluirse en cualquier aproximación a los fondos, ya que van desde la potenciación del transporte público hasta la digitalización del pequeño comercio El problema es que los datos de mayor calidad actualmente los tienen Amazon o Google en lugar del Ayuntamiento. Para ello, el director de innovación del EIT barcelonés insta a “llevar la colaboración público-privada a muy alto nivel y acordar nuevos modelos de cogobernanza que permitan a la administración disponer de los datos necesarios para tomar las decisiones de mejora”. Hablamos por ejemplo de conocer al detalle los puntos en los que se produce una mayor demanda de comercio electrónico y no hay suficiente espacio de carga y descarga, o de la información que aportan las tarjetas de crédito sobre la actividad comercial de una calle en la que se ha hecho una actuación urbanística para ver si favorece o perjudica al tejido comercial. Aunque la gestión de la información es un aspecto importante, también se postulan para los fondos europeos actuaciones más visibles. La renovación de las flotas de las empresas de autobuses es un camino en el que ya se está avanzando desde compañías como Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). En cambio, no se va a la misma velocidad con el vehículo privado. “Hay que impulsar la electrificación con puntos de recarga”, pide Esteve

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Iberdrola: «¿Cómo puede la movilidad urbana adaptarse al mundo de hoy y salvaguardar el planeta?»

Iberdrola: «¿Cómo puede la movilidad urbana adaptarse al mundo de hoy y salvaguardar el planeta?»

La creciente masificación de las grandes ciudades supone un serio reto para la movilidad sostenible. Gracias a la revolución digital, herramientas como el big data y conceptos como el carsharing son vitales para crear ciudades inteligentes con sistemas de movilidad de alto rendimiento. A continuación, abordamos cuáles serán las claves de la movilidad del futuro, las tendencias que revolucionarán cómo nos desplazamos y el impacto que tendrá en todo ello la crisis del coronavirus. De acuerdo a la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), las ciudades ocupan solo el 2 % de la superficie terrestre. Sin embargo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2019 un 56 % de la población mundial vivía en las ciudades. Asimismo, actualmente hay más de 500 urbes que superan el millón de habitantes —cinco incluso superan los 20 millones (Tokio, Delhi, Shanghái, São Paulo y Ciudad de México) y consumen el 70 % de la energía mundial—. Para 2100 se espera que el número de megaciudades continúe aumentando, con Lagos (Nigeria) y Kinshasa (R.D. Congo) a la cabeza con 88 y 83 millones de habitantes respectivamente. La creciente masificación de las grandes ciudades, tendencia que previsiblemente no frenará la crisis del coronavirus, supone un gran reto para la movilidad urbana y la pregunta que surge es: ¿puede adaptarse a esta nueva realidad al tiempo que protege la salud del planeta? De acuerdo a los expertos, la respuesta es sí. Pero para ello, advierten, necesitamos crear ciudades inteligentes que, gracias a macroherramientas como el big data, recopilen y analicen sin descanso la ingente cantidad de datos que generan a cada instante vehículos, peatones, semáforos y demás elementos y circunstancias del tráfico urbano para ordenarlo con la mayor eficiencia. La pandemia de COVID-19 también está impactando en la movilidad urbana. El confinamiento y el auge del teletrabajo han limitado nuestros desplazamientos, ya sea por carretera o por vía pública, y ese ya era uno de los objetivos a trazar en el nuevo mapa de la movilidad. Por ello, algunos prefieren ver esta crisis, que aún no sabemos cuánto perdurará, como un acelerador de los cambios que estaban por venir. Pese a que una encuesta publicada en abril de 2020 por Capgemini, realizada entre 11.200 consumidores de 11 países, apunta que un 35 % de ellos está pensando en adquirir un vehículo particular, los escenarios que plantean los expertos continúan pasando por dar mayor protagonismo a los viandantes y por potenciar el uso de vehículos de movilidad personal. Entre otros motivos, porque consideran que, a largo plazo, problemas como el cambio climático tendrán mayor impacto que la COVID-19. CLAVES Y RETOS DE LA MOVILIDAD DEL FUTURO Los atascos de tráfico retrasan a personas y mercancías, aumentan los niveles de estrés y contaminan el aire hasta el punto de estar considerados una de las causas de muerte prematura en las grandes ciudades. Por estas y otras razones, hay consenso en que la gestión de la movilidad urbana tiene un impacto directo sobre la prosperidad de una ciudad. En un reciente estudio sobre las tendencias de la movilidad urbana inteligente, destinado a anticiparse a las necesidades de las ciudades del futuro, la consultora Deloitte identificaba tres rasgos clave para un sistema de movilidad eficiente: Rendimiento y resiliencia Las ciudades deben garantizar el buen estado de sus carreteras e infraestructuras de transporte, ofreciendo diferentes opciones de movilidad integradas entre sí con el objetivo de minimizar los atascos, los tiempos de desplazamiento y la contaminación. Visión y liderazgo Un sistema de movilidad de alto rendimiento no es, evidentemente, fruto del azar. La movilidad urbana requiere de una adecuada dosis de innovación e inversión, además de una buena dirección que coordine a las diferentes partes. Servicio e inclusión La movilidad urbana tiene que ser accesible a toda la población. Las ciudades deben garantizar la puntualidad y adecuada rotación del transporte público, ofrecer opciones asequibles a todos los bolsillos y facilitar el acceso a toda la gama de transportes.   TENDENCIAS DE MOVILIDAD URBANA A hombros de la revolución digital y bajo la amenaza del cambio climático, los últimos años han visto nacer nuevas tendencias que están revolucionando el sector del transporte urbano. Entre ellas, cabe destacar: Movilidad sostenible Al no depender de combustibles fósiles, los vehículos eléctricos representan la movilidad del futuro. Así lo reflejan, por ejemplo, sus crecientes cifras de venta. Un factor clave en este auge es la innovación en lo relativo a las baterías, que cada vez son más baratas, eficientes y autónomas. Movilidad compartida Se calcula que el 40 % del tráfico en el centro de las ciudades se debe a la búsqueda de aparcamiento. Al compartir coche entre varias personas en lugar de conducir cada uno el suyo, se reduce el tráfico y la emisión de gases contaminantes. La crisis del coronavirus, si se alarga en el tiempo, puede poner en jaque la viabilidad de esta tendencia, ya sea por el miedo al contagio o porque los nuevos protocolos de desinfección añadirán costes extras. Vehículos autónomos Son vehículos que, gracias a la Inteligencia Artificial (IA), pueden desplazarse sin la interacción del conductor. Un coche autónomo puede recoger a un usuario y dejarlo en su destino utilizando siempre la mejor ruta. Entre otras ventajas, permite reducir el tráfico y las plazas de aparcamiento para así mejorar la calidad del aire. Movilidad conectada Gracias al Internet de las Cosas (IoT), ahora podemos hacer que todos los elementos de la circulación se comuniquen entre sí: vehículos, semáforos, señales, etc. Además, con el despliegue masivo del 5G, los coches podrán recibir información sobre plazas de aparcamiento libres o sobre peligros fuera de su campo de visión, mientras que los semáforos podrán autorregularse en función del tráfico y la presencia de peatones, entre otras ventajas. Cabe añadir que, tal y como destaca el McKinskey Center for Future MobilityEnlace externo, se abre en ventana nueva., estas tendencias no deben tratarse individualmente sino que las ciudades deben adoptar un enfoque integrado. A este enfoque, que trata de reducir el uso del coche privado combinando las nuevas tendencias de la movilidad con el transporte público, se le conoce con el término Mobility as a Service (MaaS). CONCEPTOS DE LA NUEVA MOVILIDAD De la mano de las últimas tendencias en movilidad, ha surgido un glosario de nuevos conceptos que van más allá del ya archiconocido carsharing. A continuación, repasamos algunos

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¿Son las motos eléctricas una alternativa real de movilidad en las grandes ciudades?

¿Son las motos eléctricas una alternativa real de movilidad en las grandes ciudades?

Datos facilitados por la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR) señalan que a finales de 2020 el 5 % de las motos matriculadas en España eran eléctricas. Una moto eléctrica es aquella que en lugar de contar con un motor de combustión, está impulsada por una mecánica eléctrica. Por aspecto, son prácticamente idénticas a las motos convencionales. Tanto es así, que en muchas ocasiones, resulta difícil diferenciarlas si no es por el sonido, ya que en este caso: las motos eléctricas son completamente silenciosas. El mercado de las motos eléctricas ha experimentado un crecimiento espectacular en 2020. Las políticas de emisiones, la pandemia y la mayor conciencia medioambiental de los conductores han sido el caldo de cultivo perfecto para que muchos usuarios se hayan decidido (o estén a punto de hacerlo) a dar el salto a la movilidad eléctrica de dos ruedas. En este reportaje vamos a repasar todo lo que necesitas saber para elegir una moto enchufable. Porque sí, las motos eléctricas son una alternativa real de movilidad en las grandes ciudades. Qué permiso de conducir es necesario No existe una normativa específica que regule el uso de motos enchufables; todo lo que respecta a la circulación y los usuarios se rige por las normas de la Dirección General de Tráfico relativas a los vehículos de dos ruedas. Esto significa que para conducir una moto eléctrica es necesario tener un permiso de conducir en vigor, el tipo de carnet se establece en función de la potencia del motor eléctrico y de la velocidad máxima que pueden alcanzar. Son cuatro: Carnet AM: Es el mismo que el de los ciclomotores y nos permite conducir motos eléctricas que no supere la velocidad de 45km/h. Carnet A1 o Carnet B con tres años de antigüedad: Necesario para conducir motos eléctricas con una potencia de motor de hasta 11KW, pueden superar los 45 km/h. Carnet A2: Es el que necesitamos para conducir motos eléctricas con una potencia entre los 11KW y los 35KW. Carnet A: Permite utilizar cualquier moto eléctrica independientemente de su potencia y velocidad. ¿Y qué hay del seguro? Como sucede con cualquier vehículo a motor, para circular con una moto eléctrica es imprescindible contar con una póliza de seguro en vigor. Hay compañías que ofrecen seguros específicos para motos eléctricas. Suelen contar con las coberturas propias de las pólizas convencionales y suman algunas específicas como la recarga en carretera o el robo de la batería. Ventajas de las motos eléctricas para la ciudad “La moto eléctrica es un vehículo perfecto para circular en ciudad.”, señala José María Riaño, secretario general de Anesdor. “Combina las ventajas ambientales que presenta la tecnología eléctrica y las de movilidad intrínsecas de la moto: contribución a la descongestión del tráfico, reducción de los tiempos de desplazamiento y ahorro económico para los usuarios tanto en la adquisición como en el mantenimiento”, repasa. Entre las ventajas de este medio como transporte en las grandes ciudades destacamos cuatro: Ahorro en combustible e impuestos: recargar una moto eléctrica es más barato que llenar el depósito de gasolina en una moto convencional. Además, el hecho de no generar emisiones contaminantes puede hacer que ahorremos dinero en impuestos municipales. Menor mantenimiento: las motos eléctricas necesitan de menos cuidados y revisiones. Menos olores, ruidos y riesgos de quemaduras: Al no llevar gasolina ni aceite no genere olores a estos compuestos, son vehículos muy silenciosos y no cuenta con componentes que puedan lastimar a los pasajeros, como los tubos de escape de las motos convencionales. No contaminan: No generan emisiones contaminantes y evitan la contaminación acústica. Los detractores añadirán la que consideran la gran desventaja de las motos eléctricas que es su precio. Es cierto que, por norma general, la tarifa de compra resulta algo más elevada; pero si se tiene en cuenta que el mantenimiento y el riesgo de averías es menor, ese sobrecoste queda amortizado a medio plazo. Hay que añadir, además, que las motos eléctricas cuentan con interesantes subvenciones contempladas en los planes de ayudas del Gobierno a la adquisición de vehículos eficientes. Con el Plan Moves en vigor, es posible conseguir una rebaja de hasta 750 euros. Circulación libre en zonas de bajas emisiones Dejamos para el final la que es la gran ventaja de las motos eléctricas en las grandes ciudades. Pongamos como ejemplo la zona de tráfico restringido de la capital, Madrid Central. En el perímetro de bajas emisiones de Madrid, las motos eléctricas, clasificadas con etiquetas ECO o CERO emisiones, podrán acceder sin ningún tipo de restricción. Las motos de menos de 15 años (etiquetas B y C ), tienen acceso libre en horario de 7:00 hasta las 22:00, sin ninguna restricción de entrada ni salida. Una vez dentro puedes salir a la hora que lo necesites. Sin embargo, si accedes más tarde de las 22:00, deberás estacionar en un parking. En este vídeo, lo tienes más detallado CLICK AQUÍ > Hasta aquí las ventajas de las motos eléctricas y lo que necesitas conocer para ser el/la próxim@ que dé el paso a la electromovilidad sobre dos ruedas. La marca y modelo la dejamos a tu elección, pero en este enlace puedes encontrar algunas sugerencias. FUENTE: https://movilidadelectrica.com

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Movilidadelectrica: «BL Iceland ha elegido a la compañía española Invicta Electric para importar y distribuir sus modelos en Islandia»

Movilidadelectrica: «BL Iceland ha elegido a la compañía española Invicta Electric para importar y distribuir sus modelos en Islandia»

Invicta cuenta con vehículos urbanos eléctricos, con comerciales ligeros, automóviles, motocicletas, ciclomotores, bicicletas y patinetes. Ahora abre su expansión a Islandia. Invicta Electric, la marca española de vehículos urbanos eléctricos, con comerciales ligeros, automóviles, motocicletas, ciclomotores, bicicletas y patinetes se expande a Islandia. BL Iceland ha elegido a la compañía española para importar y distribuir sus modelos en el país nórdico. Ambas han firmado un acuerdo de distribución. BL Iceland además de ser un consorcio con amplia experiencia en el sector de automoción, con el control de once marcas de coches, destaca como un importante actor en materia de electromovilidad. Su estrategia en este campo comenzó en 2013, año en el que importaron su primer vehículo 100% eléctrico, el Nissan Leaf. Además, se encargaron de realizar las primeras inversiones para el desarrollo en Islandia de la infraestructura pública para la carga de coches eléctricos y PHEV. Actualmente, poseen un 49% de cuota de mercado en lo que a coches eléctricos se refiere. Tienen en Islandia el control de marcas como: BMW, Hyundai, Land Rover, Renault, Nissan, Isuzu, Dacia, Subaru, Mini, Jaguar y MG. Desde 2014 BL Iceland es la empresa líder en Islandia en cuanto a ventas de coches nuevos se refiere. En 2019 lograron una cuota de mercado del 27,2%, con la comercialización de 3.500 unidades. Pero su historia se remonta mucho más atrás. Concretamente, a principios de los 70, cuando empezaron a contar con los derechos de importación de algunas marcas, con las que continúan trabajando desde entonces. Acuerdo con Invicta Electric El acuerdo con Invicta Electric va a permitir a BL Iceland contar con una amplia gama de vehículos eléctricos. Y, además, con la experiencia de la compañía en relación con la movilidad sostenible. Recordemos lo que decíamos hace pocos meses de la compañía: “Invicta Electric es la primera marca que ofrece una movilidad eléctrica integral. Desde soluciones a vehículos eléctricos, como patinetes, coches y comerciales, pasando por instalación de puntos de carga. Su oferta también contempla soluciones para la adquisición, al contado o mediante financiación, renting, multiopción, por suscripción o alquiler. Y adaptándose a todo tipo de personas, necesidades y bolsillos”. Por tanto, la empresa concibe la movilidad sostenible de forma integral; y cubre todas las necesidades de las personas en cuanto a desplazamientos urbanos con sus fórmulas de utilización y servicios. Entre su oferta, productos como: Subscar, que facilita el uso de un vehículo de la gama de Invicta Electric mediante una suscripción mensual con todo incluido. O Quikly como “car-sharing” o alquiler a corto plazo multimarca: permite disfrutar de cualquier tipo de coche en el momento que lo necesitemos gracias a un rápido y sencillo alquiler a través de una aplicación. Y además: la electrificación de los concesionarios y hogares; el comercio electrónico, que se ve reflejado en la página web; y una digitalización que abre nuevas opciones de compra así como una nueva forma de interactuar entre el concesionario y sus clientes. Acuerdo y expansión Julián Alfonso Alonso, presidente de Invicta Electric, y Brynjar Elefsen Oskarsson, director general de BL Iceland, han firmado el acuerdo. Además, lo han refrendado con el envío a Islandia de las primeras unidades de los modelos de Invicta Electric. A lo largo de 2021 Invicta Electric continuará con su expansión internacional por otros mercados europeos y por Sudamérica. Según Julián Alfonso Alonso: “En Invicta Electric estamos muy satisfechos de haber alcanzado este acuerdo con unos de los grandes grupos europeos de distribución, en un mercado con tanta convicción ecológica como el Islandés, que certifica que Invicta Electric como marca española se dirige por el camino adecuado hacia la sostenibilidad y movilidad de futuro en un contexto en el que los principales operadores europeos nos eligen como marca para ofrecer en sus países y poder adaptarse a la demanda de los clientes más vanguardistas”. FUENTE: https://movilidadelectrica.com/

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Fastworkshop: Congreso Faconauto 2021

Fastworkshop: Congreso Faconauto 2021

“Que tus competidores no se anticipen, Invicta Electric y DFSK Motors, dos marcas con gran proyección y una gran oportunidad de aumentar tu negocio sin inversión”. Revivimos el fastworkshop que impartió Filippo Rivanera, Director General del Grupo Invicta en España en #CongresoFaconauto. ¡Dale al play!

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Madrid dará nuevas ayudas a la compra de patinetes, bicicletas y motos eléctricas con el Plan Cambia 360

Madrid dará nuevas ayudas a la compra de patinetes, bicicletas y motos eléctricas con el Plan Cambia 360

Madrid tendrá muy pronto en marcha el Plan Cambia 360, una estrategia que tiene como objetivo reducir las fuentes de emisiones contaminantes de la ciudad y que contempla ayudas a la compra de patinetes, bicicletas, ciclomotores y motos eléctricas, en cuanto al sector de las dos ruedas se refiere. La cuantía será de 500.000 euros en 2021, con opción a ampliar al millón de euros, importe asegurado para los dos años siguientes. Sin especificar todavía la asignación a cada vehículo, el Gobierno regional espera subvencionar hasta el 50% del coste de 1.100 Vehículos de Movilidad Personal. La ayuda no será superior al 50% del coste del vehículo A falta de que se definan las cuantías que se otorgarán a cada tipo de vehículo, lo que queda claro es que en el Plan Cambia 360 de Madrid se incluirá subvenciones a patinetes, bicicletas, ciclomotores y motos eléctricas. Irán llegando desde la puesta en marcha de la iniciativa en marzo, este año con 500.000 euros ampliables al millón de euros, esta última cifra como importe fijado para 2022 y 2023. Este dinero sale de los 110,8 millones de euros que Madrid va a destinar como incentivo a la compra de vehículos eléctricos y, además, para la instalación de nuevos puntos de recarga y la sustitución de calderas de carbón por otros sistemas más eficientes. Y en el caso de las motos y de los VMP no habrá exigencia de achatarramiento, como sí ocurre si se quiere comprar un automóvil con etiqueta C, para lo que habrá que enviar al desguace otro con etiqueta B o sin distintivo ambiental. Para la adquisición de los coches ECO o CERO no será tampoco necesario entregar ningún otro vehículo más contaminante. Los importes otorgados nunca superarán el 50% del precio del vehículo adquirido y entre los objetivos del Gobierno regional se encuentran la posibilidad de ayudar a que se adquieran 1.100 Vehículos de Movilidad Personal por cada uno de los tres años que abarca el plan. Será requisito indispensable estar empadronado en Madrid y que el vehículo tenga domicilio fiscal y esté matriculado en la capital. En cuanto a los puntos de recarga, se espera poder instalar un total de 1.900 en la ciudad, disponiendo de 12 millones de euros para lograr tener listos 300 puntos este año y 1.600 más entre 2022 y 2023. FUENTE: www.motorpasionmoto.com/

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El País: «Viejas ciudades, nueva movilidad»

El País: «Viejas ciudades, nueva movilidad»

Antes del virus, el transporte en las grandes urbes avanzaba hacia un nuevo modelo, en el que los datos se codeaban en importancia con los vehículos. La pandemia ha sacudido el tablero de juego, pero no las grandes tendencias.   Se levanta con el tiempo justo para llegar a la primera reunión de trabajo del día. Pide un taxi por el móvil mientras toma el último sorbo de café. Tras la jornada de mañana, y aprovechando que hace muy bueno, utiliza un patinete eléctrico para llegar al restaurante donde ha quedado con un amigo. Vuelve a la oficina en bicicleta —no había ningún carsharing a mano— y, al acabar el día, se decide a regresar a casa con un VTC, que en ese momento está a buen precio por la baja demanda. Un día cualquiera de una persona cualquiera puede suponer muchas decisiones de movilidad, utilizando varios medios de transporte sin tener la propiedad de ninguno. También es un reguero de intercambio de datos, y en el siglo XXI los datos son muy útiles. Recogidos por sensores, interpretados por máquinas, gestionados en la nube y puestos al servicio de ciudades y ciudadanos, los datos nos prometen mejor movilidad, un aire más limpio, más calidad de vida. Frente a la movilidad clásica, basada en la propiedad de un vehículo, permiten la llamada movilidad como servicio (MaaS, mobility as a service), es decir, elegir entre varias opciones para ir de A a B recurriendo a empresas de todo tipo. Y los datos también impulsan las smart cities, que no solo recogerán mejor la basura y regularán con más eficiencia el alumbrado público: también reducirán las distancias temporales mediante una gestión inteligente de espacios y vehículos. Y es solo el principio: el despliegue de las redes 5G acercará aún más el desarrollo de los coches autónomos, totalmente conectados a su entorno gracias al Internet de las cosas. No emitirán gases contaminantes, porque el futuro son los motores eléctricos. El desarrollo de las redes inteligentes de distribución eléctrica y de la autogeneración doméstica mediante placas solares los hará mucho más competitivos. Vivíamos en ese futuro, de oferta creciente de servicios de movilidad, hasta que cambió drásticamente la demanda. La culpa fue de un virus. Nos quedamos encerrados en casa y, muy poco a poco, empezamos a salir. Y descubrimos, de repente, que se podía hacer vida andando, a un kilómetro de casa; que los vehículos privados, casi sin uso semana tras semana, ocupaban demasiado espacio público; que pasar dos horas al día en el coche para ir al trabajo era, en muchísimas ocasiones, innecesario. Sucedieron milagros: llovía y la ciudad olía a tierra, no a dióxido de carbono. Se oían los trinos de los pájaros, no los bocinazos de los coches. Vivíamos en ese futuro hasta que un virus nos obligó a volver al pasado. Y ahora puede que la demanda de movilidad no sea exactamente como era. Si hace 50 años talábamos árboles y destruíamos bulevares para dejar espacio al coche, el símbolo de modernidad y estatus, ahora queremos aceras más amplias y calzadas peatonalizadas. Y necesitamos más metros cuadrados para las bicicletas y los patinetes eléctricos. Pero no todo son buenas noticias para la calidad del aire: la desconfianza ante las multitudes es una amenaza para el transporte público, imprescindible para combatir la polución; el desafío logístico del auge del comercio electrónico también plantea problemas de sostenibilidad. Cuando la movilidad del siglo XXI pugnaba por imponerse al urbanismo del siglo XX, basado en el uso del coche privado, llegó la pandemia a cambiar nuestra mirada. El modelo se está definiendo, y la tecnología ofrece todo tipo de alternativas. Serán las sociedades quienes elijan cómo se ordenan, y de esa decisión depende la movilidad del futuro. Como el tabaco La pandemia ha reforzado esa idea de que el coche ya no debe ser el rey. Tanto que Jesús Herrero, secretario general de ATUC, la Asociación de Transportes Públicos Urbanos e Interurbanos, ve incluso paralelismos entre el cambio de percepción hacia el tabaco de décadas pasadas y lo que está ocurriendo ahora con el coche privado.   “El modelo actual de movilidad es insostenible”, dice, y no solo por los problemas ambientales: “Tenemos el 85% del espacio público dedicado al coche, cuatro metros cuadrados la mayor parte del tiempo parados en la calzada o, muchas veces, con una sola persona circulando”. Según datos de la Comisión Europea, los vehículos están aparcados el 92% del tiempo, y efectivamente circulando solo el 5%, con una media de ocupación de 1,5 personas por viaje. “La movilidad en automóvil es la opción que más espacio ocupa y más espacio desperdicia, además de la más nociva para el medio ambiente”, resume José Carpio- Pinedo, profesor universitario y consultor especializado en movilidad sostenible. Para contrarrestar esta tendencia, la industria del motor lleva años persiguiendo dos saltos cualitativos: la electrificación de los motores y la conducción autónoma. El primer fenómeno ya empieza a ser una realidad: según los datos de Anfac, la patronal de los fabricantes de automóvil, en los nueve primeros meses de 2020 las ventas de coches totalmente eléctricos crecieron un 32%, casi lo mismo que cayeron las de vehículos de gasolina y diésel, un 38%. Todavía suponen muy poco para el conjunto del mercado —un 1,67%—, pero el Plan Nacional Integrado para la Energía y el Clima 2021-2030 prevé un parque de cinco millones de vehículos eléctricos para dentro de diez años, lo que supondría alrededor del 15% del total. Las compañías energéticas ya toman posiciones ante la electrificación del automóvil. Les exige una importante adaptación de su red, que se tiene que superponer a las de movilidad, como explica Juan Ríos, director de Planificación y Regulación de Iberdrola i-DE, la antigua Iberdrola Distribución Eléctrica. “Tenemos que ir generando una red pública de recarga de vehículos incluso antes de que exista la demanda. Y ya tenemos centros de control de la movilidad que nos permiten conocer patrones de uso que necesitamos para planificar de forma más eficiente”, cuenta. Pero el gran cambio será la

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¿Cuánto duran las baterías de los coches eléctricos?

¿Cuánto duran las baterías de los coches eléctricos?

Actualmente, la duración de la batería de tu coche eléctrico no es algo que deba preocuparte. Los fabricantes garantizan alrededor de tres mil ciclos de carga completos al 100% de prestaciones, lo que significa que vivirán más incluso que el propio coche. Tres mil ciclos de carga para un coche con una autonomía de 300 km se traducen en más de un millón de kilómetros. Cuando tu coche eléctrico llegue al final de su vida, la batería podrá recuperarse para darle una segunda vida. ¡Súbete al eléctrico y disfruta de una energía sin límites y sin malos humos! ¡Es el momento!

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Algunas de nuestras últimas entregas a empresas

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El Ayuntamiento de Gavá (Barcelona) se suma a la movilidad ECO decidiéndose por este Invicta Electric Epica. Movilidad sin restricciones y sin emitir gases nocivos en la ciudad. Movilidad biplaza, potente y eficiente. ✅ 120 km de autonomía. ✅ Velocidad: hasta 80km/h.     Grupo Promecal suma a su flota de vehículos estos dos Invicta Electric Eidola que usará para el reparto del Diario de Burgos. ✅ Ahorro en combustible. ✅ Sin restricciones de acceso. ¡Perfectos para su día a día!

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EL DESMARQUE: «Invicta Electric DTR Street, un scooter eléctrico por el precio de uno de gasolina!

EL DESMARQUE: «Invicta Electric DTR Street, un scooter eléctrico por el precio de uno de gasolina!

El scooter Invicta Electric DTR Street, cuesta 1.995 euros y como un ciclomotor, se puede conducir desde los 15 años En cualquier enchufe doméstico se puede cargar la batería extraíble, que permite una autonomía de 40 km (según ciclo NEDC) y su velocidad máxima está limitada a 45 km/h. Tiene un coste de uso de 0,10 €/100 km y una garantía de 2 años sin límite de kilometraje. Sus frenos de disco delantero y trasero, sus compactas dimensiones y facilidad de uso configuran un llamativo scooter con ruedas de 10”. Para las personas que buscan un mayor autonomía, Invicta Electric ofrece la versión DTR City, con dos baterías extraíbles y una autonomía de 80 km (según ciclo NEDC) y la DTR Next, que con sus dos baterías alcanza los 130 km (según ciclo NEDC). Invicta Electric es la primera compañía española que aborda el futuro de la movilidad de forma integral. Permite disfrutar de su amplia variedad de vehículos desde el concesionario, las tiendas urbanas específicas de Invicta Electric o por internet desde el dominio www.invictaelectric.es y bajo todo tipo de formas de uso, ya sea mediante compra, suscripción o alquiler. El cliente decide si paga al contado, financia con o sin entrada, escoge un programa multiopción, contrata en el mismo paquete los servicios adicionales (seguro, mantenimiento…) o, simplemente, paga por lo que usa el vehículo, ya sea mediante alquiler o suscripción mensual. La entrega del vehículo se lleva a cabo en el propio concesionario, las tiendas urbanas de Invicta Electric o en los talleres de la red Electric Auto, que cubren todo el territorio nacional. Los servicios de Invicta Electric están disponibles en los concesionarios, las compañías de renting, por internet y a través de diferentes aplicaciones como Subscar y Quikly. FUENTE: https://motor.eldesmarque.com/

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