En Invicta Electric queremos celebrar por todo lo alto la Semana del agua, destacando 5 rincones de nuestro país para pasar el verano entre chapuzón y chapuzón; rodeados de naturaleza. El verano nos brinda la oportunidad de disfrutar del agua en todo su esplendor. Un bien estrictamente necesario, cada día más escaso, que debemos proteger lo máximo posible, procurando no derrocharlo. Sin embargo, cuando se trata de disfrutar de sus cascadas, ríos, lagos… en Invicta Electric seremos los primeros en hacerlo, conscientes de la felicidad que reporta pasar un fin de semana refrescándonos, chapoteando y sintiéndonos libres. Por eso, queremos hacer un viaje a través de 5 ríos ideales para tus actividades acuáticas veraniegas. Enclaves bellos que nos transportan a momentos de bienestar insaciable, a los que llegar fácilmente con un vehículo 100% eléctrico: scooter, bicicleta eléctrica, turismo… ¿con cuál te quedas tú? ¡Empezamos! 1. Fuente de los Baños, Montanejos, Castellón Una de las maravillas esculpidas por la naturaleza que más nos gusta disfrutar en pleno verano. Sobre todo, sus aguas termales que emergen del manantial a 25 grados y hacen posible el baño tanto en verano como en invierno. Se trata de un enclave de fácil acceso, que cuenta con un aparcamiento para tu vehículo 100% eléctrico (¡recuerda no contaminar), y que se puede visitar con tu nevera y tu propia comida, con espacios habilitados para el almuerzo y con dos zonas de baño. En la parte alta encontrarás un agua más fresquita, podrás ver peces y saltar al agua desde diferentes lugares, mientras que, en la parte baja, podrás bañarte en un agua más caliente y disfrutar de la tranquilidad. La Fuente de los Baños, en concreto, está catalogada como Bien de Relevancia Local y sus aguas son medicinales. ¿Por qué sino íbamos a recomendártelo en la Semana del agua? 2. Pozas de Aguaviva, Teruel La forma de las rocas, la transparencia de su agua, los pequeños pececillos que nadan cerca de la superficie… Absolutamente todo lo que rodea estas pozas nos invita a quedarnos y a refrescarnos entre sus piedras, 100% naturales. Un lugar mágico que se encuentra en la localidad de Aguaviva, donde el Río Bergantes ha creado una sucesión de piscinas naturales espléndidas para el verano, ¡y sus chapuzones! Y, para que puedas encontrarlas y llegar hasta ellas con tu scooter 100% eléctrica, te “chivamos” la clave: buscar el puente de Cananillas. Muy cerca del mismo encontrarás la tranquilidad de esas aguas y su fondo; cristalino. 3. Río Los Pilones: Garganta del Infierno, Cáceres Un espectacular paisaje se posa ante nuestros ojos cuando llegamos a la llamada “Garganta de los Infiernos”, en la provincia de Cáceres. Un lugar que se puede considerar “parque acuático” a juzgar por las pequeñas piscinas que han formado las rocas y que permiten el baño a todo aquel que esté dispuesto a divertirse. Se trata de un conjunto de pilas, pozas y marmitas con miles de recovecos, que da pie a la exploración exhaustiva del entorno. Las piscinas están rodeadas por una pequeña y sencilla ruta, a la que se accede desde la carretera N-110, entre las poblaciones de Jerte y Cabezuela del Valle. Puedes aparcar tu vehículo eléctrico en la zona habilitada para ello, o continuar tu ruta con tu e-bike. ¡Lo que prefieras! 4. Gulpiyuri, Llanes, Asturias En el norte también encontramos piscinas naturales de ensueño. Entre ellas, esta pequeña playa (lo llamamos así porque tiene arena), que se alimenta de las aguas de unas cuevas para subsistir y que podemos visitar en Asturias. Se trata de la playa de Gulpiyuri y es una de las más curiosas (y pequeñas) de nuestro país. Si nos bañamos en ella, no veremos el horizonte, pero sí podremos contemplar un fondo totalmente transparente, con sus pequeñas piedras, rocas, pececillos… correspondientes. Solo tiene 50 metros y podemos acceder a ella desde los verdes pastos que oscilan entre Llanes y Ribadesella, en la parte más oriental de la provincia. ¿Te animas a visitarla? 5. Pozas Río Xallas, A Coruña Por último, queremos destacar la fuerza y la inmensidad del único río que desemboca en el mar con una enorme cascada: la de Ézaro. Y, antes de hacerlo, el río Xallas nos sorprende con un compendio de piscinas naturales, pozas y marmitas, que recorrer con cautela ¡y mucha precaución! Solo para los más aventureros, se ofrecen actividades de barranquismo dentro de este enclave, que permiten disfrutar de la impresionante vista de Monte Pindo, la ensenada de Ézaro y el Cabo Finisterre. ¿Te atreves a probarlo?